Para una desratización efectiva, comenzamos con una inspección exhaustiva del lugar, identicando
puntos de acceso, rutas habituales, fuentes de alimento, excrementos y madrigueras. A partir de esta
evaluación, desarrollamos un diagnóstico que nos permite implementar un plan de desratización
adecuado. Colocamos estaciones de monitoreo, diseñadas para mantener el cebo fresco y seguro,
evitando su contacto con el suelo y el agua, y garantizando así una solución más segura y duradera.